Personalmente me genera reacciones diferentes, de algún modo, coincido que si nos quedamos solo pensando, analizando y hablando de las potenciales consecuencias de una situación que PODRIA suceder, perdemos el tiempo de actuar para que esa situación hipotética NO ocurra o apaciguar, al menos, sus efectos.
Los seres humanos solo podemos actuar en el momento actual (que llamamos presente), esta claro que nadie puede mover un objeto en el pasado o en el futuro, así de simple. Entonces:
- Enfrentá el problema directamente, o sea, acéptalo como tal, dale crédito a su existencia.
- Preguntate cuál es la peor consecuencia que tendrías, el peor escenario a enfrentar.
- Acéptalo y reconoce que va a ocurrir irremediablemente.
- Ahora, partiendo de esa posición preguntate, que se puede mejorar? que parte podes evitar ?
- Continuá ocupandote de la situación
La identificación correcta de un problema es, per se, un avance significativo. La resignación nos permite sacar la vista de la adversidad. Buscar atenuar lo peor, es decirte a vos mismo, que deseas ser parte de la solución, más allá de las consecuencias que acataste.

En una de las conferencias TEDGlobal un joven (Wliliam Kamkwamba) de Malawi (Africa) nos muestra como ponerse en acción, es una forma de superar la adversidad. (Te recomiendo hacer un click más y entrar en este link "De como dominé el viento", será un viaje de ida te lo aseguro, para compartir con lo tuyos.)
Ocuparse para que las cosas sucedan y hacer que las cosas sucedan, forman un círculo virtuoso. El que no hace nada no se equivoca y tampoco logra encontrar una salida a éste otro círculo vicioso, de poner el origen, las consecuencias y las potenciales salidas, afuera, en los demás, en el contexto y esperar.
El mundo es de los que se atreven HOY !
1 comentario:
Muy bueno el articulo, es completamente cierto, el que no hace no se equivoca. Gran ejemplo el del africano.
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